TEGUCIGALPA.- Centroamérica y México presentaron hoy una nueva iniciativa regional para proteger a los refugiados y reducir las personas desplazadas, en el marco de los compromisos en la materia adquiridos con las Naciones Unidas.
La iniciativa, Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), fue presentada en una conferencia inaugurada en San Pedro Sula, norte de Honduras, por el ministro coordinador general de Gobierno, Jorge Ramón Hernández Alcerro.
A la conferencia asistieron además la primera dama de Honduras, Ana García; la directora de Inclusión Social y Política de la Organización de Estados Americanos (OEA), Betilde Muñoz-Pogossia, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, entre otros invitados.
Hernández Alcerro destacó entre otros temas la atención que el Gobierno hondureño, que preside Juan Orlando Hernández, brinda a los inmigrantes y las acciones en materia de seguridad ciudadana y empleo para reducir la migración forzada.
La primera dama hondureña señaló por su parte que para el Gobierno de su país “los migrantes y los refugiados han sido un tema central”, y que por eso se ha “luchado como nunca antes para brindarles una protección integral basada en el pleno respeto a sus derechos humanos”.
“Los avances que hemos tenido son importantes, con indicadores alentadores que indican que vamos por el buen camino; sin embargo, sabemos y reconocemos que aún queda mucho por hacer”, añadió.
Por esa razón, subrayó, “Honduras se suma a los esfuerzos que como país y como región nos corresponde para lograr el Pacto Global para Migrantes y Refugiados”.
La conferencia, de un día, es auspiciada por el ACNUR, la OEA y el Gobierno de Honduras.
El MIRPS es un esfuerzo regional para abordar el ciclo completo de desplazamiento, desde causas estructurales y soluciones en los países de origen al tránsito y la protección de las personas, hasta la integración y soluciones en los países de destino.
Su presentación en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, ha reunido a expertos para intercambiar lecciones aprendidas, buenas prácticas y desafíos sobre los refugiados y las personas desplazas.
Honduras es un país con más de un millón de sus ciudadanos viviendo en el exterior, en su mayoría en Estados Unidos, entre residentes permanentes e indocumentados, que cada año envían millones de dólares en remesas familiares.
Pero además, Honduras -que a finales del siglo pasado albergó en su territorio a más de 75.000 refugiados centroamericanos, entre salvadoreños, nicaragüenses, y guatemaltecos en menor número- recibe todos los años a miles de inmigrantes latinoamericanos, asiáticos y africanos en tránsito que intentan llegar a Estados Unidos.
En un mensaje por vídeo desde Washington, dirigido a los asistentes a la conferencia, por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, expresó que los solicitantes de asilo en las Américas aumentaron en un 782 % en los últimos cinco años.
“Empero, el número refugiados en promedio, aceptados como tales, se ha reducido en casi el 10 %”, señaló Almagro, y explicó que eso “resulta del enfoque de seguridad regional que privilegia el uso generalizado de las llamadas tres leyes: detección, detención y deportación”.
Añadió que “hoy en día más de 65 millones de personas se han visto forzadas a huir de sus hogares, dentro y fuera de las fronteras de sus países”, y que “se trata de una crisis global de dimensiones similares a la Segunda Guerra Mundial”.
El comisionado del ACNUR, Filippo Grandi, dijo que en esta región del continente “la violencia ha generado el desplazamiento de miles de personas en sus propios países y ha empujado a muchos a través de fronteras”, y que de ahí “la importancia de un enfoque regional”.
“Un número creciente de estas personas han solicitado protección internacional como refugiados en los países vecinos, cuyas estructuras necesitan ser fortalecidas para responder a esta crisis”, añadió Grandi.
Grandi subrayó que las necesidades de protección subsisten para muchos de los deportados en sus propios países.
Muchos de esos deportados son del Triángulo Norte de Centroamérica que integran El Salvador, Guatemala y Honduras.
El MIRPS pretende ser un insumo al diálogo del Alto Comisionado sobre Desafíos de Protección -que se llevará acabo los días 12 y 13 de diciembre de 2017 en Ginebra- y una contribución regional en el desarrollo del Pacto Global sobre Refugiados.
Esta previsto que la conferencia finalice con la firma de una declaración.