WASHINGTON.- La Patrulla Fronteriza detuvo en la frontera entre Estados Unidos y México a 22.293 individuos durante el mes de agosto, lo que supone un descenso del 41 % con respecto al mismo periodo del año anterior, según datos publicados hoy por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
La reducción de aprehensiones en agosto sigue a múltiples descensos interanuales en los meses anteriores, lo que muestra una bajada de la llegada irregular de inmigrantes desde Centroamérica y México a Estados Unidos desde la llegada al poder, el 20 de enero, del presidente Donald Trump.
Algunos expertos han bautizado este fenómeno como “efecto Trump” y consideran que la retórica del mandatario ha intimidado a los inmigrantes y les ha obligado a permanecer en casa.
Según los datos hechos públicos hoy, la cifra de 22.293 supone un descenso del 41 % con respecto a agosto del año pasado, cuando hubo alrededor de 51.900 arrestos, una cifra superior a 2015 y que evocó la situación vivida en 2014, cuando miles de niños procedentes del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) llegaban solos a Estados Unidos tras un largo y peligroso viaje.
En esta ocasión, durante agosto de este año, llegaron a Estados Unidos 2.994 niños no acompañados, lo que supone un aumento con respecto a julio (2.481) y junio (1.952).
Como ocurrió en periodos anteriores, la mayoría de los niños detenidos por la Patrulla Fronteriza en lo que llevamos de año fiscal (entre octubre de 2016 y agosto de 2017) proceden de Centroamérica.
En concreto, de los miles de niños detenidos este año, 2.520 son guatemaltecos, 1.640 proceden de El Salvador, 1.199 son originales de México y 1.081 vienen de Honduras.
Además de nacionales de México o de países de Centroamérica, la Patrulla Fronteriza dedica una parte de su informe a los cubanos, afectados por la cancelación en enero de la política estadounidense de “pies mojados/pies secos”, lo que paró en seco el cruce de balseros por el Estrecho de Florida.
La política eliminada consistía en que los cubanos interceptados en el mar (“pies mojados”) eran devueltos a Cuba, mientras que los que lograban tocar tierra (“pies secos”) eran admitidos en Estados Unidos y se les permitía obtener la residencia permanente un año después de su llegada.
Desde octubre de 2016 a agosto de 2017, 15.135 cubanos fueron detenidos en la frontera sur de Estados Unidos, una cifra bastante menor a los 41.523 cubanos arrestados por la Patrulla Fronteriza durante al año fiscal 2016 (de octubre de 2015 a septiembre de 2016), lo que podría ser indicativo de una caída de las llegadas.
A pesar del descenso interanual en el número de detenciones en agosto, la Patrulla Fronteriza ha registrado un aumento de arrestos con respecto a los meses anteriores.
En concreto, en agosto hubo un aumento del 22 % en el número total de llegadas de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos con respecto a julio, cuando 25.025 individuos fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza frente a los 30.567 que fueron arrestados en el último mes.
Esas cifras totales incluyen a las personas que fueron detenidas o a las que se negó la entrada en los puertos de entrada.
Las tendencias históricas muestran que suele haber un incremento en la llegada de indocumentados a Estados Unidos entre los meses de febrero y julio, cuando las condiciones climáticas favorecen el camino al norte.
Por tanto, en teoría, la mayor llegada de inmigrantes a Estados Unidos de manera irregular ya se ha producido.
De hecho, ha habido un descenso del 24 % en el número de llegadas a Estados Unidos en lo que va de año fiscal (entre octubre de 2016 y agosto de 2017), comparado con el mismo periodo del año anterior.