PHOENIX, AZ.- Las autoridades de Arizona encontraron fallos en la gestión de albergues para menores indocumentados, gestionados por la contratista privada Southwest Key y en donde se han reportado denuncias de abuso sexual, revela un informe difundido hoy.
Un reporte del Departamento de Servicios de Salud de Arizona, muestra que no se revisaron de manera adecuada los antecedentes penales de los empleados de los 13 albergues que tiene la firma en este estado.
Funcionarios de esta agencia realizaron entre finales de julio y agosto inspecciones “no anunciadas” a albergues para menores, tras reportes en la prensa local de casos de abuso a niños en las instalaciones de Tucson y Glendale, y encontraron fallos en la administración aunque desestimaron que constituyan un “peligro inmediato” para los menores.
Las fallas más relevantes descubiertas en las inspecciones tienen que ver con la única verificación de antecedentes que el estado puede controlar, la tarjeta de aprobación de huellas digitales de nivel 1, que elimina a cualquier persona con antecedentes penales.
Uno de los requisitos de los empleados del refugio es contar con una tarjeta válida cuando son contratados, pero se encontraron nueve casos en los que no había constancia de esa tarjeta.
El albergue de Mesa, donde un trabajador portador del VIH (virus del sida) fue acusado de abusar de ocho niños, recibió una multa de 1.000 dólares por no completar las huellas dactilares del personal, si bien el trabajador acusado, y que enfrenta un proceso judicial, tenía una tarjeta válida de huellas digitales.
La directora del Departamento de Servicios de Salud, Cara Christ, dijo a medios locales que la agencia tiene jurisdicción limitada para actuar en casos de comportamiento delictivo y señaló que su supervisión generalmente involucra las instalaciones físicas, mientras los problemas de abuso se envían a la Policía local.
Además de las tarjetas de huellas dactilares, otras deficiencias fueron la falta de privacidad para los menores, ya que numerosas instalaciones carecían de puertas en los dormitorios o cortinas para cubrir las ventanas.
En otros casos, los inspectores encontraron que los refugios tenían demasiadas camas en una habitación, cuando las regulaciones estatales requieren al menos 60 pies cuadrados (5,5 metros cuadrados) de espacio en el suelo para cada niño.
El departamento estatal dijo que espera que Southwest Key resuelva los problemas expuestos “dentro de un tiempo razonable”.
La ley estatal otorga al Departamento de Servicios de Salud la autoridad para inspeccionar las instalaciones solo cuando hay quejas, pero debido a la creciente preocupación pública y las denuncias sobre los abusos sexuales, se le dio permiso para inspeccionar las 13 instalaciones.
Southwest Key alberga a más de 1.500 niños inmigrantes en Arizona, California y Texas como resultado de un contrato con el Gobierno federal de 458 millones de dólares para el cuidado de niños extranjeros no acompañados.