MÉXICO.- El principal destino de los migrantes en tránsito por suelo mexicano sigue siendo Estados Unidos con 64,68 %, seguido por México con 13,67 %, reveló hoy un informe de la Red de Documentación de Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem), que detectó un aumento de los delitos contra estas personas.
El documento “Migrantes en México: recorriendo un camino de violencia” muestra que los principales destinos de los migrantes registrados por la Redodem son Estados Unidos y México, siendo el primer país al que más aspiran llegar.
Los porcentajes de quienes dicen ir a Estados Unidos fueron 64,12 % del total de registros en 2014, 64,78 % en 2015 y 64,68 % en 2016.
Por su parte, los porcentajes de los migrantes que ubicaron a México como destino fueron 15,02 % en 2014, mientras que para 2015 hubo un descenso a 13,61 % y en 2016 se registró un repunte, con 13,67 %.
El reporte resaltó que existe un gran porcentaje de migrantes en tránsito que indicaron no tener definido el país de destino. Esta proporción ha ido en aumento en los tres años analizados: en 2014 fue de 18,8 %, mientras que para 2015 aumentó a 19,62 % y en 2016 a 19,66 %.
La Redodem estima que esta indefinición de los migrantes sobre su destino se debe a diversos factores, entre ellos la posibilidad de que identifiquen un lugar de destino al salir de sus comunidades de origen, pero dado lo peligroso del tránsito por México y lo complicado de llegar a Estados Unidos, cambian y toman decisiones en función de su seguridad.
Asimismo, señaló, ante las múltiples dificultades, delitos y abusos que sufren, los migrantes van decidiendo quedarse hasta donde han podido llegar de forma segura y obtener alguna vivienda y trabajo. Otros más optan por no mencionar cuál es su país de destino.
México se está convirtiendo en país de destino para migrantes, pues con mayor frecuencia personas que buscan llegar a Estados Unidos deciden quedarse en territorio mexicano ante el endurecimiento de las políticas migratorias del Gobierno de Donald Trump, señaló Elizabeth Figueroa, integrante del Servicio Jesuita a Migrantes.
“Detectamos que las personas solicitantes y refugiados están incrementándose”, dijo Figueroa en el marco de la presentación del informe de Redodem en la Universidad Iberoamericana.
Al respecto, comentó que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) no tiene capacidad de atender todas las solicitudes, y que a partir de los sismos de septiembre pasado, las actividades de esa institución están suspendidas y las personas están en indefinición.
Por su parte, Gabriela Hernández, coordinadora del albergue Casa Tochan, manifestó que México no está preparado para recibir a la gran población de migrantes centroamericanos, que no salen por gusto ni por cuestiones económicas, sino por una situación de violencia y para salvaguardar sus vidas.
“Si el Gobierno no está preparado con albergues para recibir migrantes, menos está preparado para atenderlos”, dijo.
En su intervención, Alejandra Carrillo, consultora para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiado (ACNUR), explicó que México tiene que pensarse como país de destino y no solo como país de tránsito, lo que exige respuestas por parte de autoridades, organismos internacionales y sociedad civil.
Durante 2016, Redodem documentó que 34.234 migrantes que transitaron en el país acudieron a alguno de los albergues, comedores, casas o estancias integrantes de la Red.
En ese año alrededor de 5.239 migrantes fueron víctimas o testigos de un delito durante su tránsito por México. Los hondureños fueron los más afectados (3.304), con los salvadoreños en segundo lugar (901). El robo fue el principal delito del que fueron víctimas, seguido de las lesiones, la extorsión y el secuestro.
El estado en donde más se cometieron delitos contra migrantes fue Chiapas con 1.479, seguido por Oaxaca con 1.153, Veracruz con 880 y Tabasco con 397.
Los agentes del Estado (Policía Federal y policías municipales) fueron los principales agresores.
“La Redodem detectó un incremento en las violaciones a los derechos humanos y en los delitos cometidos en contra de las personas migrantes. Es la misma dinámica con la que está operando el Estado mexicano, la cual está basada en una política de detención y contención en la frontera sur”, dijo Figueroa.